Richard Gere, el conocido actor de Hollywood, se enfrentó a un desafío al intentar vender su lujosa residencia en los Hamptons, conocida como Strongheart Manor.
Esta exquisita propiedad, adquirida durante su segundo matrimonio con Carey Lowell, ofrecía todas las comodidades que una familia podría desear, incluidas casas de huéspedes, un pabellón con chimenea al aire libre, un muelle privado y hermosos jardines.
Gere inicialmente puso la propiedad a la venta por la asombrosa suma de 65 millones de dólares en 2013, pero a pesar de su grandeza, permaneció en el mercado durante tres años. La propiedad de 6,3 acres, ubicada en la península de North Haven en Long Island, ha sido objeto de importantes renovaciones y ampliaciones a lo largo de los años.
Con 12 dormitorios, 12 baños y más de 12,000 pies cuadrados de espacio, la mansión estuvo disponible para su compra entre 2005 y 2008 a través de una serie de adquisiciones de terrenos separadas por parte de Gere.
La propiedad, construida en 1902, ofrecía vistas impresionantes, con grandes ventanales con marcos de madera que invitaban a la luz natural a iluminar los interiores.
Sin embargo, los expertos en bienes raíces consideraron que el precio de venta inicial de Gere era “excesivo” para lo que consideraban una villa de “aspecto bastante normal”.
En 2016, en medio del divorcio de Gere de Lowell, decidió bajar el precio a 36,5 millones de dólares en un intento de atraer compradores potenciales. Después de tres años en el mercado, la propiedad encontró un nuevo propietario: el ex presentador de “Today” Matt Lauer.
Esta saga inmobiliaria destaca las complejidades que incluso las celebridades enfrentan cuando intentan vender sus casas, subrayando la naturaleza matizada del mercado inmobiliario y la importancia de las estrategias de precios para garantizar una venta exitosa.