Las historias de amor no siempre terminan bien. Para quienes creen que los animales son incapaces de amar o compadecerse, esta historia, capturada por un fotógrafo, podría hacerles cambiar de opinión.
El dolor que siente esta ave refleja las increíbles emociones que antes se creían incapaces de sentir.
Cuando una golondrina hembra volaba demasiado bajo —peligrosamente bajo—, fue atropellada por un coche y se estrelló contra la carretera. Su compañero hizo algo inesperado para un ave. Corrió a su lado, visiblemente angustiado. Al ver que seguía moviéndose, le trajo algo de comida, pero no sirvió de nada.
Intentó apartarla, pero todos sus esfuerzos fueron en vano. Al darse cuenta de que se alejaba, lanzó un fuerte grito y batió las alas.
El sentimiento de perder a un ser querido es una de las realidades más aterradoras que uno puede enfrentar.
Estas fotografías capturan la tristeza que embargaba a este hombre. En realidad, es más aterrador sobrevivir que vivir sin un ser querido.